Calidad del aire
La calidad del aire en interiores y su impacto en la salud
La calidad del aire en interiores (CAI) se refiere a la calidad del aire que respiramos dentro de nuestros hogares, oficinas y otros espacios cerrados. A diferencia del aire exterior, el aire interior puede estar más contaminado debido a una serie de factores.
A diferencia del aire exterior, el aire interior puede estar más contaminado debido a una serie de factores, como:
- Contaminantes generados en el interior: Emisiones de humo de tabaco, productos de limpieza, pinturas, materiales de construcción y muebles.
- Contaminantes exteriores que se infiltran en el interior: Polvo, polen, dióxido de nitrógeno y otros contaminantes del aire exterior.
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Soluciones para mejorar la calidad del aire en interiores:
- Ventilar los espacios interiores: Abrir las ventanas con frecuencia para permitir que entre aire fresco.
- Instalar un sistema de monitorización de la calidad del aire homologado.
- Utilizar purificadores de aire: Los purificadores de aire pueden ayudar a eliminar contaminantes del aire como polvo, polen, humo y COV.
- Evitar el uso de productos químicos agresivos: Optar por productos de limpieza y pinturas con bajo contenido de COV.
- No fumar dentro de casa: El humo del tabaco es una de las principales fuentes de contaminación del aire en interiores.
- Mantener una humedad adecuada: La humedad ideal en el interior del hogar se encuentra entre el 30 % y el 50 %.
Mejorar la calidad del aire en interiores es una inversión en tu salud y bienestar. Al tomar medidas para reducir la exposición a contaminantes del aire interior, puede respirar un aire más limpio y disfrutar de una mejor salud.
Síntomas leves:
- Irritación de ojos, nariz y garganta: Picazón, enrojecimiento, lagrimeo, estornudos, tos seca.
- Dificultad para respirar: Sibilancias, opresión en el pecho, falta de aire.
- Fatiga y dolores de cabeza: Sensación de cansancio constante, dolores de cabeza recurrentes.
- Problemas de concentración y memoria: Impedimento para enfocarse, para recordar información.
- Alteración del sueño: Dificultad para conciliar el sueño, para permanecer dormido durante la noche.
Puede tener un impacto significativo en la salud de las personas si se prolongan en el tiempo los síntomas leves, causando una serie de problemas como:
- Dificultades respiratorias: Asma, alergias, rinitis, irritación de la garganta y los pulmones, infecciones respiratorias.
- Problemas cardiovasculares: Enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares.
· Cáncer de pulmón: La exposición a largo plazo a contaminantes como el radón y los compuestos orgánicos volátiles (COV) puede aumentar el riesgo de cáncer de pulmón.
Compuestos Orgánicos Volátiles (COV)
Los compuestos orgánicos son sustancias químicas que contienen carbono y se encuentran en todos los seres vivos. Los compuestos orgánicos volátiles (COV) se convierten fácilmente en vapores o gases. Junto con el carbono, contienen elementos como hidrógeno, oxígeno, flúor, cloro, bromo, azufre o nitrógeno.
Los COV son liberados por la quema de combustibles, como gasolina, madera, carbón o gas natural. También son liberados por disolventes, pinturas y otros productos empleados y almacenados en la casa y el lugar de trabajo.
Algunos ejemplos de compuestos orgánicos volátiles son:
· Naturales: isopreno, pineno y limoneno.
· Artificiales: benceno, tolueno, nitrobenceno.
Otros ejemplos son formaldehído, clorobenceno, disolventes como tolueno, xileno, acetona, y tetracloroetileno (o percloroetileno), el principal disolvente usado en la industria de lavado en seco.
¿Cuánto dura una consulta de medición de la calidad del aire?
La duración de una consulta de medición de la calidad del aire depende de varios factores:
Tamaño y complejidad del espacio a medir: Una vivienda grande o con varias plantas requerirá más tiempo que un apartamento pequeño.
Condiciones ambientales: La presencia de sótanos, garajes o buhardillas, etc., puede aumentar el tiempo de la consulta.
Alcance de la medición: Si solo se desea medir la calidad del aire, la consulta será más rápida que si se desea ver otros parámetros como la radiación electromagnética, el gas radón o la calidad del agua.
En general, una consulta de medición de la calidad del aire puede durar entre una y tres horas. Si se encuentran agentes patógenos en el aire, es conveniente realizar otros estudios más rigurosos, para intentar eliminar su origen.
Soy una persona diagnosticada con sensibilidad química múltiple (SQM), ¿debería incluir alguna medida adicional?
Las personas diagnosticadas con SQM suelen tener una predisposición a padecer hipersensibilidad a la radiación electromagnética. Se recomienda realizar una medición de la radiación electromagnética en su hogar para determinar si los niveles están dentro de los límites aceptables.
En caso de que los niveles de radiación sean altos, se puede elaborar un plan integral para reducir la exposición, que puede incluir medidas como:
Reubicación de electrodomésticos y dispositivos electrónicos.
Utilización de filtros de radiación electromagnética.
Pasar más tiempo en espacios exteriores.
Soy una persona diagnosticada con asma y otras patologías respiratorias. ¿Podéis recomendarme algún modelo que no mueva el aire?
Existen en el mercado modelos de purificadores de aire que utilizan tecnologías como la ionización o la fotocatálisis para limpiar el aire sin producir corrientes de aire.
Sin embargo, la ventilación natural sigue siendo uno de los pilares fundamentales para mantener una buena calidad del aire en el hogar o lugares de trabajo. Se recomienda abrir las ventanas con regularidad para permitir la entrada de aire fresco.
¿Cada cuánto debo realizar una medición?
Si no existen cambios sustanciales en el entorno, no es necesario repetir las mediciones de la calidad del aire con frecuencia.
Excepciones:
En caso de gas radón: Se recomienda realizar una medición anual del gas radón, ya que sus niveles pueden variar con el tiempo.
En caso de contaminación intensa por moho u otros agentes tóxicos: Se recomienda realizar mediciones periódicas para monitorizar la situación y evaluar la efectividad de las medidas de saneamiento.
En general, se recomienda realizar una medición de la calidad del aire cada vez que se realicen cambios significativos en el entorno, como una reforma o la mudanza a un nuevo hogar.
Además, si experimenta síntomas como irritación de ojos, garganta o mucosas, tos, dolores de cabeza o fatiga, es recomendable realizar una medición de la calidad del aire para descartar que estos síntomas estén relacionados con la calidad del aire en su hogar.
